Comienza la época de encierro, en los asilos y los hospitales generales. Los médicos cuentan con pocos conocimientos acerca de la locura y los espacios institucionales especializados no existen. Los espacios de la locura son compartidos por delincuentes, desertores, prostitutas, borrachos, etc.
En la Edad Moderna se clasifica a los locos en 3 grupos: furiosos, deprimidos y tranquilos .
5.1 A los furiosos , se los amansa mediante ayunos, palos y duchas frías. De no resultar, se los instala en el cepo. Como última medida, se les fija a un muro, mediante una cadena corta.
24. La costumbre de encadenar a los que padecen un trastorno mental sigue vigente en algunos lugares. EL PAÍS , 30 de septiembre 2009 Jalalabad, provincia de Nangarhar, al este de Kabul (Afganistán) Un hombre encadenado 40 días, en una habitación en el santuario Ali Baba Mia, de 300 años de antigüedad Se cree en Afganistán que 40 días de encadenamiento y una dieta restringida en el santuario puede curar a los enfermos mentales y a los que están poseídos por los espíritus.
5.2 Los deprimidos son cuidados en su domicilio. Se les aísla en una habitación separada del resto de la familia y a menudo se les oculta de las relaciones sociales.
5.3 Los más tranquilos alternan con la familia y las amistades, al no constituir peligro.
En la actualidad, existen en Japón, jóvenes deprimidos, denominados hikikomori. Se ven abrumados por las exigencias de la sociedad japonesa y se sienten incapaces de cumplir con el papel que se espera de ellos. Reaccionan con el aislamiento social. Los hikikomori a menudo rehúsan abandonar su habitación durante meses o incluso años. Según algunas estimaciones, puede que haya un millón de hikikomoris en Japón. La mayoría de ellos son varones, y muchos son también primogénitos.
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