ANEXOS

Posted by Julia On lunes, 5 de noviembre de 2012 0 comentarios

LA DESINSTITUCIONALIZACIÓN Tras un largo período de desencuentro, la psiquiatría oficial y la antipsiquiatría terminan confluyendo. Por un lado, la psiquiatría finalmente acepta abandonar la mayor parte de los tratamientos criticados por la antipsiquiatría (actualmente sólo persiste el empleo muy limitado del electroshock). Por otro lado, la idea de la antipsiquiatría, de considerar la enfermedad mental como resultado de una estructura familiar patológica y como producto de un trauma padecido durante la infancia temprana, también se abandona, porque no resulta demostrada. La psiquiatría acaba concluyendo que lo que desencadena los trastornos mentales es la interacción de complejos factores genéticos con factores del entorno. La psiquiatría reduce el encierro y admite la necesidad de reincorporar a los enfermos mentales a la sociedad. Este fenómeno, conocido como ;desinstitucionalización; lleva al cierre de muchos de los antiguos manicomios en los países occidentales. Actualmente existen hospitales de día y se reservan las estancias en hospitales psiquiátricos sólo para momentos de crisis y para aquellos casos sin un soporte social adecuado para su integración.


Ha habido a partir de los años ’60 un gran despegue de la industria farmacéutica. Se han encontrado nuevos fármacos que actúan a nivel de los neurotransmisores. El uso de antipsicóticos ( haloperidol ), ansiolíticos ( benzodiazepinas ) o antidepresivos ( fluoxetina) va en aumento de manera vertiginosa. En la actualidad, se tiende al abuso de los psicofármacos. El Prozac se ha convertido en el icono farmacológico del siglo XX. La psiquiatría farmacológica ha de confluir con terapias psicológicas o psicoanalíticas. La psiquiatría farmacológica.

EL ESTIGMA A pesar de los avances de la psiquiatría, el que padece un trastorno mental sigue siendo, en la actualidad, estigmatizado. Pesan sobre él una serie de actitudes negativas y discriminatorias. La persona con un trastorno mental es desvalorizada y menospreciada, en nuestra sociedad. Se ve expuesto a las emociones negativas que desarrollan muchas personas ante ella : miedo, ansiedad, irritación, compasión a veces excesiva e humillante... Topa con un muro de “distancia social”: la gente la intenta evitar. Se enfrenta a una serie de estereotipos. Mucha gente cree que una persona con una enfermedad mental es peligrosa o incompetente. A menudo no es aceptada como amig@, vecin@, emplead@, espos@... Pierde oportunidades de empleo. Se ve privado de amistades, pareja, empleo, salud, etc. Es decir, el que padece una enfermedad mental se enfrenta con dos tipos de problemas: los derivados de su trastorno (que suelen ser intermitentes) y los derivados del estigma (que son permanentes y más difíciles de resolver).


 ¿QUÉ IMÁGENES SON TRANSMITIDAS DESDE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN? 
Las personas con enfermedad mental aparecen básicamente bajo tres visiones prototípicas : la del maníaco homicida que hay que recluir la de la persona adulta con conductas infantiles que requieren control externo la del espíritu libre y creativo, que produce cierta admiración.

Violencia y enfermedad mental La violencia recibida por el enfermo mental es mucho mayor que la violencia ejercida por él. Sólo una mínima parte de las personas diagnosticadas de esquizofrenia o psicosis ejercen actos violentos contra los demás. En cambio, los índices de autodestrucción son más elevados entre los enfermos mentales que en la población no afectada de trastornos. El prejuicio de la violencia de los enfermos mentales se origina en el miedo y la ignorancia.



 HAY QUE RECORDAR QUE : 1 de cada 4 personas padece alguna enfermedad mental a lo largo de su vida. El 2,4% consultan por ello a los servicios de salud mental; y el 0,6% son hospitalizadas cada año. En España más de 400.000 personas padecen esquizofrenia; y se cree que muchas otras están sin diagnosticar. La tasa de mortalidad por suicidio de las personas que sufren esquizofrenia, es 9 veces mayor que la de la población general; y en los trastornos afectivos, el riesgo de suicidio se multiplica por 21. El 56% de la población general confunde la enfermedad mental con el retraso mental. Si se compara a las personas con enfermedad mental con quienes no la padecen, se ve que no existen diferencias en su productividad. El estigma social constituye uno de los principales obstáculos en el éxito del tratamiento y recuperación. Las personas con enfermedad mental mejoran en su gran mayoría, se recuperan  y pueden tener una vida plena.
Ya es hora de que: las personas con enfermedad mental sean aceptadas, valoradas y tratadas de forma digna la enfermedad mental sea considerada como una enfermedad más se superen los prejuicios que tradicionalmente se tienen sobre ella se eliminen la marginación y la exclusión que sufren las personas afectadas se facilite su integración social y laboral

fin Tal vez llegará un día en que ya no sabremos lo que era la locura. El progreso de la medicina podrá hacer desaparecer la enfermedad mental, como lo ha hecho con la lepra y la tuberculosis. Pero una cosa permanecerá; y es la relación del hombre con sus fantasmas, su imposible, su dolor sin cuerpo, su carcasa de noche. Una vez eliminada la enfermedad, quedará el recuerdo intemporal de la oscura pertenencia del hombre al mal, obstinándose como desgracia. MICHEL FOUCAULT

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