CONCLUSION

Posted by Julia On lunes, 5 de noviembre de 2012 0 comentarios
La locura fue definida, en la Antigüedad, como un don de los dioses. En la Edad Media, fue considerada como posesión por el diablo. En la Edad Moderna, fue considerada como un defecto moral (la insensatez). En la Ilustración comenzó a ser considerada como una enfermedad. En la Antigüedad los locos eran tratados con humanidad, considerados como elegidos de los dioses. En la Edad Media, los locos eran exorcizados, silenciados, jurídicamente incapacitados. En la alta Edad Media se les trepanaba el cráneo en busca de la piedra de la locura. Se les expulsaba de las ciudades y abandonaba en naves sin timón. En la Edad Moderna eran encerrados en cárceles y asilos, con borrachos, prostitutas y delincuentes. Algunos eran atados con una cadena a la pared, sometidos a ayunos y duchas frías; eran golpeados. En la Ilustración fueron liberados de sus cadenas, pero seguían encerrados. En el siglo XIX la locura fue finalmente considerada como una enfermedad. No obstante, en el siglo XX, siguieron utilizándose camisas de fuerza y métodos terapéuticos como el electroshock y los comas insulínicos. Se realizaron lobotomías. La camisa de fuerza fue sustituida por la medicación. Continuó el encierro. Finalmente, por influencia del movimiento antipsiquiátrico, se abandonó el encierro indiscriminado. Actualmente se intenta no aislar al enfermo mental de la sociedad y facilitar su integración. Se utilizan terapias farmacológicas acompañadas de terapias psicológicas o psicoanalíticas. No obstante sigue pesando sobre el enfermo mental el estigma del “loco”.

0 comentarios:

Publicar un comentario